Contiene cinco subpruebas que miden teóricamente diferentes capacidades de percepción visual y visomotoras, pero que están altamente interrelacionadas. La batería puede aplicarse por psicólogos, terapeutas ocupacionales y educadores, que estén interesados en examinar el estatus de percepción visual de los niños.
La DTVP-3 tiene cuatro usos principales:
Identificar niños que tienen problemas de percepción visual o integración visomotriz.
Determinar el grado de severidad de dichos problemas.
Verificar la efectividad de programas de intervención diseñados para remediar los problemas.
Servir como herramienta de medición en estudios de investigación.