Evaluar el funcionamiento cognitivo de niños y adolescentes es una tarea importante que supone una gran responsabilidad. Pero no siempre es fácil. Entendemos que, como profesionales que trabajan con niños y adolescentes en todo el espectro del funcionamiento cognitivo, pueden enfrentarse a muchas dificultades. Por ejemplo, la comorbilidad entre diferentes trastornos y el solapamiento de síntomas que dificulta el diagnóstico diferencial; la falta de medidas apropiadas o de baremos adecuados; la evaluación de un niño con una lengua materna o un contexto cultural diferente; o la influencia de factores ambientales como la situación familiar, el consumo de drogas, o el uso de pantallas. Estos acontecimientos pueden afectar, no solo al funcionamiento cognitivo de un niño, sino también a la precisión con la que evalúa a sus pacientes.    
  
En esta página hemos reunido información sobre las funciones cognitivas de niños y adolescentes y cómo evaluarlas, para ofrecer ayuda al profesional en su trabajo clínico. Aquí encontrará sugerencias de artículos técnicos, nuestras herramientas recomendadas para la evaluación del funcionamiento cognitivo y consejos de nuestros especialistas en las pruebas.